Arco Mudéjar de María de Molina

 
Este documento forma parte de un trabajo más extenso que alumnos de 1º de Bachillerato del curso 2011-12 presentaron al concurso  de la fundación de patrimonio de la Junta de Castilla y León: “Los Nueve Secretos” titulado Los Secretos de la Magdalena.

El motivo inicial de estudio, para su posterior puesta en valor, era el órgano de la iglesia de La Magdalena, pero al iniciar el trabajo de investigación nos encontramos con innumerables singularidades que nos llevaron a un estudio de todo el conjunto

He elegido para la sección de nuestra revista “Conoce tu patrimonio” el Arco Mudéjar de María De Molina, por varios motivos; el primero porque hay pocos vallisoletanos que lo conozcan; porque marca uno de los límites medievales de la Ciudad; porque forma parte de la primera zona real de Valladolid de la que casi nadie habla y porque es el único arco mudéjar de la ciudad

Pero desde luego hay muchas más sorpresas: la iglesia de La Magdalena, (toda ella) es el panteón funerario de un obispo y hombre de estado, Don Pedro de la Gasca; tiene un retablo plateresco que quita el sentido, (el de la capilla del Doctor Corral), un grupo escultórico llamado “La Quinta Angustia” que viajó a N York; una cripta, y fue de las pocas  iglesias de España que tuvo la exclusividad de la liturgia mozárabe hasta el Concilio Vaticano II

En fin, os he dado motivos suficientes para que visitéis este lugar de la ciudad, pero de momento y “para abrir boca” os presentamos  El arco de María de Molina.

Rosa Isabel García Medel

  Escondida y separada de la vista de los demás:
La puerta de María de Molina

 "Muy conocido y casi famoso es dicho arco en Valladolid; se enseña a los forasteros como reliquia venerada de un arte puramente español, y allí bajo la esbelta y elegantísimaojiva-tumida se debatió sobre su importancia y procedencia, indicándose las diferentesversiones dadas sobre si fue la segunda muralla de Valladolid, lo que no espresumible, por su caracteres de ligereza, o si pertenece al palacio de la magnánimareina doña María de Molina".

(Darío Chicote. Castilla artística e histórica. Boletín de la Sociedad Castellana de Excursiones.1903-1904. Pg.141-142) 

Esto es lo que contaba sobre el arco de María de Molina Darío Chicote en 1903, el arco sigue ahí pero casi nadie ve y muy pocos conocen, pues construcciones de los años treinta del pasado siglo y más recientes “lo han escondido y ocultado” de la vista de los vallisoletanos. El patio de las Huelgas Reales, la casa de los párrocos dela Magdalenao el piso superior dela Casa-Museode Colón son las únicas posibilidades para disfrutar de este edificio único.

Su función, al igual que hace cien años,  sigue sujeta a polémica y  hay varias interpretaciones. Para algunos autores, podría ser una de las puertas de la muralla, de la segunda cerca que tuvo la ciudad, entre la puerta de San Martín y la de San Juan, otros sostienen su pertenencia a los palacios de Sancho IV y María de Molina. Los últimos estudios de Manuel Martínez Martín, sobre las murallas de Valladolid, hablan de que pudieran darse ambas funciones y de que, tras el abandono del palacio, el concejo  de Valladolid tomó la decisión de disponer la puerta de las Huelgas como una más de las de la villa.

Estructuralmente, esta puerta, tiene planta rectangular y se alinea con un trozo de muro por el lado derecho, resto del cinturón de la muralla y se alza con sus cuatro paredes exentas. Presenta tres huecos de paso: el occidental o la fachada principal, su opuesto en la fachada posterior y el de la cara nororiental. En el interior de la torre, a ambos lados de la puerta, hay unos huecos, que servían de habitación para el cuerpo de guardia y la salida de la torre se efectúa en acodo, conforme al sistema militar musulmán.

Está hecha en aparejo de ladrillo y forma una fachada rectangular en sentido de la vertical. Dos pilastras en los flancos soportan unos canecillos de piedra, que recibiría una cornisa o alero. La fachada se decora con un arco túmido y el acceso se efectúa por una puerta de arco también túmido, pero con despiezo horizontal a partir de los riñones; encima hay una ventana. Todos los arcos están envueltos de un recuadro en rehundido, a modo de alfiz.