Graduación 2015 Un curso más toda la comunidad educativa se ha reunido en la Casa de las Artes para despedir a los alumnos que terminan sus estudios en nuestro centro, los de 2º de Bachillerato y los de 2º del Ciclo Formativo. Disfrutamos de estupendas actuaciones, incluso de una pequeña sorpresa, la actuación de un grupo muy numeroso de alumnos de 1º de ESO que dedicaron a sus compañeros mayores una bonita canción cantada en francés. Intervinieron en el acto alumnos, Jordi Sánchez, familias, Iciar García, y profesores. Fue especialmente emotivo el discurso del profesor Mariano Carretero que también se despedía de la docencia. |
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Discurso de despedida del profesor Mariano Carretero
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Buenas tardes a todos: padres, madres, familiares, compañeros y compañeras. Y un saludo muy especial a vosotros, alumnas y alumnos del Ciclo de Instalaciones eléctricas y automáticas y de 2º de Bachillerato de esta promoción del 2015. Permitidme que, en nombre de todo el claustro de profesores, os dé la enhorabuena por haber alcanzado este objetivo, muy importante en este momento, pero también uno de tantos que encontraréis y superaréis a lo largo de vuestra vida. Como todos vosotros, también yo me siento satisfecho y orgulloso (y un poco responsable) del motivo de esta reunión; así que, y aunque suene un tanto tópico, es para mí un placer participar con vosotros en esta celebración y brindar por un prometedor futuro. Pero este tipo de actos no son solo una celebración, también suponen una despedida; por eso no me extrañó demasiado que el equipo directivo me propusiera hacer este discurso, pues más de uno sabréis que también yo he alcanzado uno más de mis objetivos y, como vosotros, me despido. Y pensando en cómo afrontar esta intervención, he recordado una pregunta que me han hecho bastantes veces a lo largo de este curso: “estarás contando los días, ¿verdad?”. Pero la respuesta siempre ha sido la misma: no. Y esta es la razón: cuando uno hace lo que verdaderamente le apasiona, no se ocupa del tiempo que queda, sino que disfruta intensamente de cada minuto que pasa. Y yo sigo disfrutando cuando observo vuestras caras y veo dibujadas en ellas las dudas, sorpresas, complicidades y discrepancias, conflictos y simpatías; a veces el interés y otras el aburrimiento inevitable, y la huida a través de la imaginación y tantas otras cosas que (sin que seáis conscientes de ello) transmiten esos rostros. |
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Acordaos de cuando llegasteis al IES con once o doce años: revoltosos, parlanchines, indecisos, enamoradizos, peleones, gruñones e indomables… y muchos (aunque no lo reconocierais) con verdaderas ganas de aprender. |
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Cuando os tocaba pasar a 2º ciclo, más de uno me preguntabais si iba a seguir con vosotros en 3º, 4º y bachillerato. Y siempre la misma respuesta: no. Y tras la respuesta, la explicación: yo soy maestro, que es lo que siempre (creo que desde que tenía vuestra edad) he querido ser. |
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Y me vienen a la memoria los recuerdos de mis comienzos en la enseñanza pública dando clase en pequeñas (casi miserables) escuelas de pueblos de Valladolid donde todavía se respiraba un aire viciado de autoritarismo y desigualdad. Eran años en los que cualquier iniciativa de progreso (creación de las asociaciones de padres, educación en igualdad, integración, libertad de expresión, etc.) suponía a menudo un serio enfrentamiento con los que mandaban en el pueblo. Mucho ha llovido desde entonces, y mucho se ha avanzado a pesar del retroceso y los recortes que ha sufrido la educación pública en los últimos tiempos con la escusa (no siempre creíble) de la crisis.
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Tras aquellos comienzos vinieron unos años alejados de la docencia directa en los que me dediqué a la coordinación de programas de educación ambiental en la Junta y a otras actividades relacionadas con la formación del profesorado en la administración educativa. Por fin, en septiembre del 2000 me incorpore como profesor de ciencias naturales en este IES María Moliner y en él seguiré impartiendo clase hasta el día 23 de junio. |
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ALUMNOS Ahora voy a hablar un rato de vosotros y vuestras expectativas ante una nueva realidad desconocida y, sin duda, apasionante. Me vais a permitir reflexionar sobre ello y traducirlo en unos consejos que quiero daros aunque (ya lo sé) nadie me los haya pedido: Todos tendréis que enfrentaros a nuevos retos en un mundo en el que pocas cosas resultarán sencillas: quienes sigáis estudiando os preguntaréis más de una vez si merece la pena seguir con lo que estáis haciendo, si habéis acertado en vuestra elección; quienes hayáis decidido trabajar, chocaréis con un mercado laboral que permite pocas alegrías, con poca oferta y sueldos bajos. Pero estáis obligados a luchar para conseguir vuestros objetivos, aunque alguna vez toque reconsiderarlos y adaptarlos a la realidad. Para ello tendréis que buscar una fórmula (cada uno la suya) que mezcle la confianza, la autocrítica, la sensibilidad, la capacidad de relativizar, la solidaridad, el esfuerzo y cualquier otro ingrediente que consideréis adecuado. Rechazad, en cambio, otros como el egoísmo, la arrogancia, la injusticia o la intolerancia aunque os puedan resultar tentadores en alguna ocasión. |
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Tampoco abandonéis nunca el interés por aprender, por saber más de lo vuestro o de cualquier otra cosa. El conocimiento y la cultura son mucho más valiosos de lo que a menudo creemos. Desarrollad al máximo vuestro sistema neuronal (las neuronas no se gastan por el uso); más de una vez me habréis oído decir aquello de que pongáis a trabajar vuestras neuronas, porque todavía no nos cobran por ello. Dejad vuestra alma (con mayúsculas) en lo que hagáis. Tendréis que decidir qué es lo importante y tendréis que volcaros en ello; y aunque en algunos casos lleguéis a la conclusión de que os habéis equivocado (todos nos equivocamos alguna vez), casi siempre hay tiempo para aprender del error y rectificar. Y debéis estar preparados y tener la voluntad suficiente para decir no o sí cuando os lo dicte vuestra conciencia.
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En este camino es importante que os apoyéis en aquellas personas que os quieren y nunca os van a dejar en la estacada. Me refiero a vuestra familia y amigos, los de siempre; y también a los nuevos compañeros de estudio y de trabajo, entre los que (sin duda) también encontraréis mucha gente que merece la pena.
Desarrollad un espíritu crítico, sed constantes en vuestro quehacer diario; sed honestos, humildes, responsables y tolerantes, sed libres para tomar decisiones. Y sobre todo, sed felices. Y para concluir esta parte, os pido un favor personal: seguid creyendo en la educación pública y defendedla siempre que podáis. Ahora, desde la universidad y los ciclos superiores, y después… ya veréis como siempre hay oportunidad. |
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PADRES Y MADRES
Quiero dedicaros también unas palabras a vosotros, padres y madres, en nombre de vuestros hijos: gracias por todo; por el cariño, la confianza y el apoyo, por los nervios y desvelos, las discusiones y los consejos, y por soportar más de un chantaje emocional. Mi enhorabuena a todos, porque vuestra ilusión también se hace hoy realidad. |
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Y os recuerdo, aunque no hace falta, que esto de ser padres es una tarea que no se acaba y a menudo es realmente complicada; y que no hay un manual del perfecto progenitor ni nada por el estilo. Cumplimos años y adquirimos experiencia, pero las dudas, miedos e incertidumbres no desaparecen, y llegamos a la conclusión de que quizá sabemos de la vida menos de lo que esperábamos. Y llegados a tal punto podríamos hacer nuestras las palabras de aquel poeta que le reconocía a su hija: Perdóname, no sé decirte Y una última cosa: tened paciencia, solo hay que esperar unos pocos años más para que vuestras hijas e hijos crezcan, se hagan adultos y puedan comprender y agradecer sinceramente todo lo que estáis haciendo por ellos. Así que, chicos y chicas, un fuerte aplauso para vuestros padres, que bien merecido se lo tienen. |
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PROFESORES
Ahora voy con los profesores. Y aunque hablo solo con los aquí presentes, en realidad me dirijo a todos los que han participado en esta larga etapa educativa que comenzó cuando teníais tres años o quizá antes. Compañeras, compañeros: enhorabuena.
Tenemos aquí, delante de nosotros, un año más, el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo. Me vais a permitir recordaros una frase (no sé de quién es) que comparto plenamente: “Un profesor bueno será siempre eficaz, aunque todo lo demás sea malo”.
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DESPEDIDA
Y para terminar, quiero dedicaros un poema de Mario Benedetti, el gran novelista y poeta uruguayo. El poema se titula |
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“LA GENTE QUE ME GUSTA” Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado. Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar. Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar. Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales. Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables. Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó. Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos. Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido. |
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Muchas gracias y enhorabuena. Mariano Carretero Arranz |