Viaje de Estudios a Praga
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Cuando te hablan sobre el viaje de fin de curso y lo bien que te lo pasas, lo que disfrutas, los recuerdos y las experiencias que tendrás, tus expectativas son muy altas cuando te llega a ti el turno. Así que cuando ya de por sí el viaje es mejor,si cabe, de lo que esperabas, es aún mejor. Este viaje comenzó en el instituto, siguió por Barajas y el final llegó en el aeropuerto de Praga cogiendo wifi. Siguió con la llegada al hotel, las habitaciones y una salida por la ciudad. Fuimos en metro a ver el reloj astronómico en la Plaza de la Ciudad Vieja y el puente de Carlos. A todos se nos activó desde el primer día “el Modo Japonés”, fotos por doquier. Y es que todo era interesante, desde el chico guapo que vendía pasteles, a los retratistas del puente de Carlos y todos y cada uno de los monumentos o edificios que adornan esta ciudad tan hermosa. Al día siguiente visitamos el castillo con la catedral donde pudimos conocer la leyenda de San Vito y el Palacio Real, donde está la ventana de la defenestración por la que fueron tirados unos embajadores católicos por los protestantes. Este incidente marcó el comienzo de la rebelión contra Fernando II y desencadenó la Guerra de los Treinta Años. Además de eso pudimos tener una preciosa vista de Praga, desde la que nos sacamos “selfies” y fotos de grupo. Así mismo visitamos el callejón del oro donde vimos las casas de los alquimistas, pequeñas pero acogedoras. Por la tarde paseamos por Mala Strana (ciudad pequeña) y la isla de Kampa ,pero algunos volvieron al hotel debido al cansancio y otros nos quedamos para montarnos en unas “pedaletas” y cruzar el río Moldava. Si algún día vais a Praga, no os olvidéis de probarlo, es genial! |
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Quizás el momento más emotivo fue la visita al Campo de Concentración de Terenzín al día siguiente. Ver las tumbas es una imagen sobrecogedora y saber que algunas no tienen nombre, te encoge el corazón. Gracias a nuestra guía pudimos ver todo el campo, que no era de exterminio, sino de trabajo y observar los barracones, algo más grandes que una de nuestras aulas pero no lo suficientes para albergar a las 100 personas o más que en realidad allí vivían. Caminamos medio kilometro por el corredor de la muerte siguiendo el camino que años atrás judíos y checos siguieron antes de ser asesinados. Cerca vimos la piscina que poseían los jefes del campo. Un gran contraste en cuanto a lujos y comodidades. Después de eso por la tarde fuimos a ver la Casa Danzante y volvimos pronto porque ese día tocaba discoteca!!!. Dicho esto, poco os puedo contar yo, porque me puse malísima y me fui antes, pero he de decir que antes de irme disfruté y estoy segura de que todos también, porque realmente fue una noche memorable, pero sobre todo muy divertida, y ver a Pilar, Olalla y Ricardo bailar con nosotros fue algo sorprendente, pero fantástico. | |
El ultimo día visitamos el Barrio Judío con su cementerio y sinagogas .Esto no lo digo porque sea de España, pero la Sinagoga Española era la más bonita, y no lo digo solo yo, lo dice el folleto que la cataloga como la más bonita de Europa. Y tras esto......COMPRAS!! Sí, souvenirs, sudaderas, llaveros...etc. Pero no solo hubo excursiones, también tuvimos que comer y no solo en “ los mcdonalds”, no, también probamos los platos típicos de allí, que aunque no se igualan a la comida de nuestras abuelas, la verdad es que estaban bastante ricos. Por último cabe mencionar una de las mejores partes de la excursión, a la que damos gracias a los profesores acompañantes por dejarnos disfrutar. Hablo de las noches, sí, las noches, porque una habitacion de 3 se puede convertir de 6 o más y una broma se puede convertir en unas risas durante casi toda la noche. |
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Bueno, una última cosa, si alguna vez vais a Praga, recordad llevar zapatos cómodos, porque la verdad, los paseos empedrados son muy bonitos pero el dolor de pies tras haber caminado por ellos, hermoso precisamente no es. Aún así y aunque pareciéramos abuelos recién jubilados sentándonos en cualquier sitio tras días de bastante cansancio ,el viaje de fin de curso fue una experiencia inolvidable, llena de recuerdos y amigos con los que disfrutar en cualquier sitio y con los que Praga tomó otro color. Así que gracias, chicos, a los que habéis ido, por los recuerdos; a los profesores, por aguantarnos y a todos los alumnos y profesorado que nos ayudasteis comprando objetos en el mercadillo y claveles, para ayudarnos a financiar parte de este viaje.
Yaiza González Pérez |