Primeras impresiones

A estas alturas de noviembre del año pasado acabé la primera solicitud para presentarme a una beca proporcionada por la Fundación Amancio Ortega de la cual me habían hablado en el instituto y no me puedo creer como ha cambiado mi vida en estos 12 meses.

En primer lugar, antes siquiera de presentarse, había muchos requisitos entre ellos tener una media en 3º de ESO y en inglés suficientemente alta.Si cumplías esto, podías rellenar la ya mencionada solicitud y conseguir una plaza en un examen escrito realizado simultáneamente en distintos lugares de España. Con esa nota, la media de 3º y la renta familiar anual se hacía una media, la primera criba solo la superamos 1500 alumnos, 3 por cada plaza disponible.

Como ya he dicho, superé esa prueba, y a mediados de Diciembre recibí un mensaje comunicándomelo y que me daba toda la información necesaria para prepararme la segunda prueba, un examen oral por skype en el cual teníamos que hacer una presentación de tema libre. Escogí mis aficiones y recomiendo a todo aquel que se presente a hablar de algo que sepa y que, sobre todo, le guste.

Y nos movemos hasta finales de Enero, cuando recibí ese tan ansiado mensaje (aunque el mensaje lo recibiría igual, lo importante era su contenido) que, en efecto,  había conseguido una plaza. Desde ese día empezó el papeleo, los mensajes con la fundación, las dudas sobre el viaje, los nervios, alguna que otra reunión de padres y unas sesiones informativas en Madrid a las que acudí en Abril. He de decir que cuando recibí la noticia no me puse demasiado nervioso, y supongo que era porque lo veía tan lejos que ni me había hecho a la idea de que pasaría un año entero fuera de casa.

Y así fueron pasando días, semanas, meses. El tiempo vuela, es algo de lo que me he dado cuenta este año y he entendido que hay que disfrutar cada momento porque nunca sabes si se repetirá. El verano en vez de 2 meses parecieron dos semanas y antes de darme cuenta estaba en un avión camino de Canadá con unos nervios horribles y preguntándome como me las iba a arreglar para pasar 10 meses fuera de casa.

Pero llevo más de 2 meses ya, y como ya he dicho antes, el tiempo vuela. Durante las primeras semanas me fui integrando en la familia, los señores Miles y su hijo Nikolas, además de compartir casa con otro alumno internacional, un joven vietnamita llamado Rex. Desde que llegué me han tratado increíble y me considero muy afortunado de vivir con ellos.

El ritmo de vida es completamente distinto y cuesta, en un principio, acostumbrarse al horario, ya sea porque las comidas sean a distintas horas, porque pasas más de 7 horas diarias en el instituto o porque te vas a la cama a una hora que en España se considera temprano. Conclusión: estuve la primera semana andando como pollo sin cabeza pero ahora me he hecho a la rutina y estoy bastante cómodo.

La valoración de estos primeros meses es buena, es verdad que echas de menos a mucha gente, sería de piedra si eso no me hubiese pasado y hay días que piensas que esto es demasiado pero merece muchísimo la pena. La gente es educada y amigable, la familia, como ya he dicho, insuperable, y el instituto inmejorable (cuenta con una amplia gama de asignaturas y unas instalaciones envidiables, desde laboratorios para las asignaturas de ciencias, hasta talleres para mecánica o carpintería, pasando por pequeñas salas auditorio para música y sin olvidar salas de informática, dos gimnasios y una sala exclusiva para teatro.

Lo único malo, es el tiempo, y de momento he tenido suerte porque esta última semana ha hecho bueno (tengo que aclarar que después de pasar un tiempo aquí consideras bueno todo lo que sea por encima de 0 grados y permita no congelarse por la calle) pero no durará mucho y se están anunciando ya nieves inminentes.

Y por el momento poco más tengo que contar, espero poder seguir escribiendo en este espacio y que vayáis sabiendo de mis aventuras.

Aunque he dicho que no ha hecho excesivo frío, a principios de octubre nevó durante una semana y pude sacar alguna foto interesante.

Esta foto está tomada en un partido de hockey que vi la semana pasada. Era la primera vez que asistía en directo a un partido de este deporte y me gusto bastante.

Sergio Garrote